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Para los problemas del alma: biblioterapia

Todos conocemos los múltiples beneficios que proporcionan los libros: entretenimiento, inspiración, evasión, relajación… Pero ahora, además, “recetar” libros para combatir ciertos estados de ánimo se ha convertido en toda una profesión.
 

Para los problemas del alma: biblioterapia

 

La prestigiosa revista The New Yorker publicó  un entretenido artículo acerca de esta curiosa práctica, que en realidad apareció como tal en 1916. ¿Qué es lo que pasa en una sesión de biblioterapia? Los biblioterapeutas te entregan un cuestionario para que confieses tus hábitos de lectura; después te plantean un par de preguntas sobre tus preocupaciones e inseguridades, y con los resultados obtenidos, te prescriben un libro para paliar tus achaques existenciales.

Por supuesto que este no es un tratamiento científico, pero lo de recomendar lecturas para solucionar determinadas afecciones es algo que se lleva haciendo desde la antigüedad, sobre todo cuando las dolencias son de tipo psicosomático.

Hoy la biblioterapia es objeto de estudio, sobre todo desde el campo de la psicología y del trabajo social, y se aplica junto con otros campos, como el de la musicoterapia.

 

Sin embargo, como el trabajo de biblioterapeuta no está muy extendido, podemos recurrir al libro The Novel Cure, escrito por las biblioterapeutas Susan Elderkin y Ella Berthout, que comenzaron sus terapias como recomendaciones de amigas y acabaron haciendo un negocio de ello: sus sesiones de biblioterapia se ofrecen tanto personalmente como virtualmente a través de su página The School of Life. La mayoría de sus pacientes acuden a ellas cuando se encuentran en medio de transacciones vitales o en momentos críticos de sus vidas: rupturas emocionales, crisis existenciales, pérdidas de seres queridos, etc. Sus recomendaciones no son libros de autoayuda, sino novelas, ya que éstas son las que les dan a los lectores una experiencia transformacional.

 

Como sus sesiones son un poco caras (80 libras por 40 minutos), preferimos optar por el libro The Novel Cure, en el que recogen una serie de síntomas con sus recomendaciones literarias correspondientes. Así pues, si sufrimos de apatía, podemos refugiarnos en la lectura de “El cartero siempre llama dos veces”; para los problemas económicos, siempre nos quedará “El Gran Gatsby”; para la presión alta, algo relajado como “Las olas”, y así le sigue un largo etcétera.

 

Si es que no hay mejor cura que una buena lectura.

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